martes, 27 de octubre de 2020

LA PINTORA DE LA REINA DE GENEVIÉVE CHAUVEL


 

Los tiempos para triunfar en una disciplina como la pintura (1755-1842, eran muy difíciles para una mujer. Pero su gran talento, haber estado desde su nacimiento entre pinceles, por la profesión de su padre, sus consejos y su gran tesón, le hicieron llegar a lo más alto. Fue una especialista en retratos, aunque también los paisajes tienen un espacio en su obra, sobre todo por los diversos lugares donde tuvo que vivir.

Llegó a convertirse en la pintora de María Antonieta, y eso le abrió las puertas al huir de Francia a causa de la Revolución, de las familias más selectas de la nobleza y realeza    europea.

Se casó y tuvo una hija, pero su gran pasión, fueron la pintura y el trabajo. Ambas heredadas de su padre.